Es algo de lo que vivimos rodeados. Siempre vamos a escuchar que la derecha ésto, que la izquierda aquello, que el gobierno no se qué...pero a mi siempre me ha parecido inútil. Es como pretender que podemos arreglar una naranja podrida quitándole la cáscara...podemos ponerle las máscaras, parches y cubiertas que se nos antoje, pero la pobre fruta permanecerá en su estado de progresiva descomposición.
No voy a negar ni por un momento que nuestros políticos son el más asqueroso aborto de la humanidad jamás escupido por un vientre enfermo; sin embargo, no son otra cosa más que el reflejo de nuestra estructura social...en nuestro entorno cotidiano, nosotros somos los Foxes, los Calderones y los Pejes. Somos nosotros los diputados que cobran por no hacer nada, los policías que permiten la delincuencia y los locos que impiden el progreso. Nosotros somos los únicos responsables de la existencia del monstruo.
Como ente vivo, como nación, creo que todos estamos aunque sea un poco concientes de nuestras enormes desventajas: la desidia, la indiferencia, la mediocridad, la corrupción, la anti-intelectualidad, etc. y vivimos bajo una idea de estado que no es otra cosa más que un sistema perfecto para reforzar tales deficiencias. Podemos darle las vueltas que queramos a éste sistema, hacerlo un poquito más a la izquierda o a la derecha, cambiarle un colorcito por aquí y otro por allá, pero es como seguir haciéndole mejoras al chasis de un coche que no tiene motor. Es perfectamente inútil.
El verdadero problema, el meollo del asunto, es que los paradigmas de organización social bajo los que nos regimos son erróneos. Para explicar el tema, les compartiré como concibo yo las cosas: todo grupo humano, desde la familia hasta la nación, es como una cadena. Es una entidad eminentemente circular, que toda junta soporta el peso de un destino común. Un círculo no tiene derechas ni izquierdas, arribas ni abajos, todos los eslabones son importantes aunque algunos se concentren en puntos de mucho mayor presión; e igual que en una cadena, de nada sirve que todos los eslabones sean de oro si hay uno solo de plomo podrido...si un eslabón falla, toda la cadena se rompe. Si no avanzan TODOS, no progresa NADIE. Es decir, a los políticos nadie les redime su 30% de culpa, pero a nosotros nos pesará siempre el otro 70%.
Tal vez nuestro único problema gravísimo es nuestra mentalidad. Mientras sigamos siendo democráticos, insistiendo en ver igualdad donde no la hay; mientras nos siga importando igual la opinión de todos; mientras sigamos siendo tolerantes con la ineptitud y la mediocridad, mientras sigamos sin castigar el crimen como debe castigarse, mientras sigamos creciendo sin planeación; mientras sigamos creyendo que los trabajos manuales y artesanales, como un barrendero, no son dignos de respeto; mientras sigamos conformándonos con una educación deficiente; mientras sigamos sin exigir calidad a los medios; mientras aceptemos un sistema de clases por nivel social y no meritocrático; mientras sigamos teniendo el confort como fin último de nuestras vidas; mientras sigamos negándonos a aceptar la verdad; mientras sigamos haciendo crecer a las religiones; mientras sigamos prefiriendo ver la tele que leer; mientras sigamos empeñados en comportarnos como bestias; mientras sigamos consumiendo más reggeaton que jazz; mientras sigamos sin tener una pizca de educación y buenos modales; mientras sigamos sin controles de natalidad; mientras sigamos apreciando más los antros y el futbol que el conocimiento.... mientras sigamos mirándonos al espejo y siga estando ahí el horrendo mexicano, nada de esto va a cambiar.
Podrá gobernar el PAN, el PRD, el PRI o el Partido de Dr. Acula (voten por mi, por cierto XD), pero todo ésto va a seguir exactamente igual.
El problema somos tu y yo, estimado lector. Vámonos dejando de pendejadas de política, dejemos de excusar nuestra estupidez en ellos, y agarremos al toro por los cuernos de una buena vez. Podremos seguir exigiéndoles lo que se nos ocurra a los políticos, pero si nosotros seguimos como estamos ahora, ya te platico como nos va.