viernes, 4 de abril de 2008

En busca del Arte

En 1974, Chris Burgen se crucificó en el techo de un Volskwagen. Estaba haciendo una obra de "arte". Hermman Nitsch hizo un performance en el que, durante tres días, los participantes desentrañaban toros y corderos, pisoteando después las vísceras mezclándolas con uvas. Otra obra de "arte". Rafael Ortíz le cortó la cabeza a una gallina y azotó el cuerpo contra una guitarra. Arte. Ana Mendieta también decapitó a una gallina, pero se embadurnó el cuerpo con la sangre... ¿O qué tal el "artista" aquél que se ha vuelto famoso en internet últimamente, cuya obra consistió en dejar morir de hambre a un perro?...Sí, como podrán notar, el mundo del "arte" es peligrosísimo para los animales. Pero también para los "artistas"...muchos se navajean, se clavan agujas en las rodillas, ruedan desnudos sobre cristal roto, se suspenden de ganchos de carnicero o se someten a "operaciones quirúrgicas de performance" en las que los espectadores pueden conversar con los artistas-pacientes. En 1989, Bob Flanagan se clavó el pene a una tabla de madera.

Hoy, alguien que defiende éste tipo de manifestaciones decía: "Hay que tener audacia y convicción para hacerlo. Existe una intención, un mensaje..." Sí, me queda clarísimo que para hacer este tipo de estupideces hay que tener tanto audacia, convicción y una intención, no lo pongo en tela de juicio. Pero también hay que tenerlas para asesinar a alguien ó robar un banco....¿no?
El problema radica en pretender que esa audacia, convicción e intención le confieren per sé un valor al acto.
Pero pasemos a otros ejemplos:

Shigeko Kubota, "artista conceptual", se metió una brocha en la vagina y pintó con ella en el suelo. Piero Masoni fabricó 70 latas rellenas de su propio excremento con la leyenda "merde du artiste", y las vendió por gramo... al mismo precio en el que cotizaba ese día el gramo de oro. ¿Suena incluso irónico no? comprar mierda al precio de oro. Yo no sé quién es más patético, si el que lo hace ó el que se la cree y lo compra...bueno, la verdad sí se quién es más patético...en fin. En el 2001, una de las más prestigiosas galerías de arte en Londres presentó una obra de Damien Hirst que consistía en vasos de café usados, botellas de cerveza vacías, envolturas de dulces y demás. La "obra" estaba valuada en no se cuántos miles de libras esterlinas... pero un señor del personal de intendencia (que desde luego no era connoisseur de arte) lo tiró todo a la basura. Y sin duda fue la crítica más brillante.

Estamos ante una crisis de proporciones monumentales. Desde la segunda mitad del Siglo XX, con el "todo se vale" del Arte Conceptual (que el término mismo es, por cierto, absurdo) y el Arte Pop, la crítica murió (¿qué puede criticarse en un mundo de "perfecta libertad"?) o tal vez sólo se traspoló a conceptos de filosofía superior francesa y alemana, incomprensibles para cualquiera que no tenga un Doctorado en filosofía europea... nos encontramos en un punto en que los artistas se hacen preguntas que se haría un niño: ¿qué es arte, para qué sirve? y los "críticos" han dado mayoritariamente respuestas que ni el más inteligente adulto puede entender...
"Mami, mami, ¿porqué tuvimos que ir a un Museo para ver latas de sopa Campbell's?"
"Es Andy Warhol corazón, está manejando un cincel heurístico de insinuación aguda, para alzaprimar las fallas y dejar al desnudo las caras sedimentadas de su entorno..."

El problema con éste tipo de "arte" es que no se interesa por la obra en sí, sino por las circunstancias en las que es observada por el espectador. En éste sentido es "teatral", y el Teatro, con su atención externamente determinada a la reacción de una audiencia, carece de integridad, de convicción... es el enemigo de las Artes Visuales. El éxito, incluso la supervivencia del arte, depende cada vez más de su habilidad para derrotar a lo "teatral"... Recordemos lo que pasó con Jackson Pollock: su técnica de embarrar y salpicar pintura en el lienzo, sin más transfondo que el acto en sí, significó para muchos una "liberación de la técnica". ¿Y luego? Kazuo Shiragua pinta con los pies. Yves Klein hizo sus "antropometrías" usando cuerpos desnudos de modelos como "pinceles". Andy Warhol orinaba sobre sus lienzos. Keith Boadwee hacía "arte" haciéndose lavatibas con pintura y luego expulsándola, vía anal, sobre el lienzo...
Las artes visuales, entonces, se degeneran en diversión, juegos, mero entretenimiento, sensación inmediata, vacía, narcisista y decadente... la crítica de arte se convierte en un mero individualismo de gustos, en el que ninguna opinión tiene más valor que otra. Un tipo de arte abstracto se había convertido en ley...¿qué importa si a uno les gustan los puntitos rojos y a otro los manchones azules? Pues sí importa... si lo no-representativo ó abstracto ha de tener algún valor, no puede ser arbitrario ó accidental, debe obedecer a alguna restricción valiosa u original. Los verdaderos artistas estuvieron siempre concientes de sus "obligaciones inflexibles", de estándares y limitantes... pero éstos no pueden ser impuestos por alguna noción externa prefabricada que es necesariamente arbitraria y subjetiva. Los estándares surgen de las restricciones del arte mismo. La pintura abarca la disposición, pura y simple, de color y línea, no está pensada para "intrigarnos" con cosas que podemos experimentar más auténticamente de otra manera.

Es decir, todas éstas manifestaciones siempre se escudan tras deiscursos rimbombantes y pseudo-intelecutales que, por desgracia, han logrado engañar a casi todo el mundo. Cuando Günther Brus hizo un performance en el que orinó y defecó en el escenario y luego se masturbó mientras cantaba el himno de Austria, se escudó como siempre en la libertad de expresión y dijo que simplemente estaba rompiendo tabús y que por lo mismo su acto merecía ser protegido como obra de arte (todo dicho desde luego con palabrotas de diccionario engaña-estúpidos). Afortunadamente, lo arrestaron por degradar símbolos oficiales.
Sencillamente, el creer que en el mundo del arte "todo se vale" es sufrir de una gravísima falta de imaginación acerca de lo que el hombre es capaz de lograr. Aceptémoslo...para cualquier ser social la idea de que todo se vale es francamente absurda. Es fácil de entender porqué pasó todo ésto y porqué la mayoría de la gente se la compró. Era difícil creer que un borrachín que aventaba pintura sobre el lienzo iba a provocar que décadas desupés otro tipo lo hiciera pero con el ano. Pero el hecho de aceptar que todo es arte y que cualquiera puede ser artista lo único que logró fue quitarle seriedad. Se convirtió en materia de esnobismo, tan fácil como eso. El arte, que otrora exaltase los grandes valores de una sociedad, el espíritu de su época, terminó convirtiéndose en bolsitas de mercado "kitsch" con estampitas de Frida Kahlo.

Ahora bien, no se me malinterprete. El verdadero arte no es necesariamente "conservador o tradicionalista", es también revolucionario y transgresor, pero eso son cosas que casi nadie entiende...
Cuando Caravaggio pintó su famosa "Muerte de la Vírgen" se metió en problemas muy graves con la autoridad Estatal-Eclesiástica: estaba desafiando los valores estéticos de su época. Usaba como modelos a prostitutas, vagabundos, gente de la calle...¿pero cuál era su mensaje? Ellos también son humanos. La divinidad, la santidad, lo que eleva al hombre sobre las bestias también está en ellos, no sólo en la aristocracia decadente. Un mensaje lleno de valores, de entendimiento, de humanidad, de crítica (no "shock") a los valores de su tiempo... Pero bueno, si alquien cree que ésta manifestación es equiparable a la de Günther Brus está fuera de sus cabales, o sufre simplemente de una irremediable estupidez y falta de criterio (aunque nos quiera convencer de que es intelectual porque usa cuello de tortuga, barbita y boina).
Nietzsche, por ejemplo. El también rompió tabúes, desafío todos los principios morales de su época, destrozó instituciones y ofendió a muchísimos y exaltó a otros cuantos. La gran diferencia es que estaba respaldado por un pensamiento verdaderamente suprahumano, una mente brillantísima,y que, sabiendose posedor de tal, jamás tuvo que recurrir a estupideces o a "llamar la atención" exhibiéndose como payaso para demostrar su punto. El acto tenía un VALOR per sé.

No digo que retomemos nada del pasado, ni academicismos ni "ismos". Lo único que ruego es que retomemos el sentido perdido del arte.
Todas las actividades humanas tienen un valor primo que las rige. Para el Derecho, por ejemplo, es la justicia. Para la Ciencia es la verdad. Pero el Arte no se trata solo de transmitir ó expresar, pues si el mensaje no nos eleva, si no nos hace mejores, si no nos provoca un goce estético y lleva a una profunda reflexión, si no nos conmueve, pues yo no sé que sea, pero Arte seguro que no es.

"Quiero que mis templos conmuevan a quien los recorra como les conmueve el ser amados"
Paul Valéry, "Eupalinos ó el Arquitecto".










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