martes, 22 de abril de 2008

Arquintenciones: Red para figurar (Parte III)

CONTRADICCIÓN SISTEMÁTICA vs FALACIAS TECTÓNICAS
el sistema estático del pensamiento arquitectónico contemporáneo
"Piensa más allá de la caja"
Es decir, la caja es mala. Es aburrida, estamos hartos de ella. Es hora de buscar lo extraordinario...
...comentarios típicos de la época post-Guggenheim de Bilbao, que liberó una batalla mal entendida en contra un cierto criterio estético propio de todo lo que sea pre-postmoderno. Muchas veces he escuchado cosas como "haz algo no-lineal, orgánico, diferente, la idea es revolucionar", términos que en éste contexto no tienen ninguna razón de ser, al igual que los desplantes monetario-formales que generan.
El problema es que la arquitectura es muchísimo más que un "criterio estético". En éste sentido, nuestro pensamiento arquitectónico está completamente estancado. Es decir, muchos de los que combaten la idea de que la arquitectura es un arte son los responsables de haberla convertido en mero diseño gráfico. En ésta batalla por lo contemporáneo los Starchitects del mundo han generado una falsa visión acerca de una arquitectura que de innovadora no tiene absolutamente nada, por el contrario, es eminentemente retrógrada.
Para ilustrar mi punto regreso al problema de la caja. La caja (cubo, prisma, etc.) es la forma obvia por excelencia, la última de las simplicidades geométrico-matemáticas, la expresión arquetípica de la linea recta en un plano tridimensional. Es decir, aburridísima en un sentido formalista. La caja es ordinaria. Entonces, dentro de la visión del paradigma postmoderno, debe ser combatida por lo extraordinario. ¿Y qué obtenemos? Un repertorio ridículo de muros chuecos, curvas extravagantes al por mayor (que por lo general, además de carecer de una razón espacial, no tienen una base matemática...y también son lineales), planteamientos estructurales (absurdos por innecesarios)...toda una galería de extraordinarias formalidades, que, curiosamente, siguen siendo cajas.
Yo no he visto ningun ejemplo de éste tipo que tenga una propuesta clara de ninguna especie. La idea espacial es exactamente la misma que la de la caja, no plantean una manera distinta de interacción humana, su discurso es inverosímil y perfectamente arcaico. Los pequeños Guggenheims y los excesos Zaha Hadísticos se convierten en la materialización de un ideal capitalista-neoliberal, utopías infinitisimales de pensamiento pseudo-teórico basadas, inconcientemente, en una corriente de pensamiento que se fundó hace 150 años. No existe la más remota diferencia conceptual entre el edificio de la Bauhaus de Walter Gropius y la más amibesca de las amibas en cualquier facultad de hoy. El proceso es exactamente el mismo, lo único que varía es la concepción gráfica.
Además, los planteamientos urbanos que se dan en la actualidad, aunque disfrazados de futurismo y originalidad, no son otra cosa más que "The ultimate XXth Century City" basados en discursos completamente demagógicos. Por ejempo, Dubai. ¿No les parece curioso cómo Rem Koolhas (uno de los más nocivos Starchitects por antonomasia) está importando al desierto árabe exactamente el mismo congestionamiento que había criticado años antes en Delirious New York? Es el epítome de la falta de creatividad. Lo único que podría preguntarme al respecto es ¿de verdad ésto es la única visión del futuro que pudieron generar todos los starchitects del mundo? Ó tal vez simplemente carecen de una. Se han hartado de demostrarlo a lo largo de los años.
¿Innovación? ¿Dónde? ¡Todo ahí es arquetípico, desde los problemas sociales que va a generar (estudiemos Manhattan) hasta sus rascacielos que, aunque chuecos y curvitos, siguen siendo exactamente eso: rascacielos! Dubai es el triunfo de la falta de creatividad, el triunfo de la oligarquía monetaria, la última de las utopías neoliberales del siglo XIX...
Tiempos extraordinarios demandan medidas extraordinarias. El problema es que niguna de las propuestas "extraordinarias" de hoy en día está basada en un discurso ó planteamiento teórico serio que realmente pueda otorgarles la categoría. No puede revolucionarse nada cuando ni siquiera existe un problema bien planteado. Cuando no se tiene clara una problemática social, una necesidad clara de como renovar la interacción humana en un contexto espacial, un planteamiento político-económico-filosófico, una base científica, una certeza matemática, no se tiene nada de que partir. Se cae, irremediablemente, en ser Rem Koolhas, vanagloriado en una "creatividad" autoimpuesta, creando un discurso a priori que, inteligentemente y con refinación europea, anula a sus posibles críticos..."yo actúo ante lo inminente"...
Concluyendo, la arquitectura es mucho más que un criterio estético, mucho más que un planteamiento estructural, mucho más que un Pritzker (¿han notado cómo todos los que lo ganan se mueven dentro de los patrones conocidos?), mucho más que un proceso formal.
La arquitectura ni es un arte ni es una ciencia. Es una disciplina autónoma.
La arquitectura es una conjúnción de sistemas de pensamiento. Sistemas estéticos, sistemas numéricos, sistemas tecnológicos, sistemas científicos, sistemas humanos... y eso es una tensión. Un buen planteamiento espacial es escencialmente contradictorio, es una lucha. Mientras más se pretenda la integridad, el embellecimiento ó el formalismo es mientras menos se entiende la labor del arquitecto.
En fin, entiéndase éste post como un preámbulo. En el siguiente, que redactaré lo antes posible, plantearé mi visión personal acerca de las premisas necesarias para poder generar una "revolución arquitectónica". Algo sí les adelanto: La arquitectura del siglo XXI será una declaración de guerra.

1 comentario:

Dr. Acula dijo...

The Lovers of the Lost City: A Tale of Progressive Architecture.