miércoles, 12 de noviembre de 2008

Arquintenciones: Red para Figurar (Parte V)

INTERVENCIÓN EVOLUTIVA
Metabolismo Metafórico en el Urbanismo experimental

   La Ciudad es un fenómeno eminentemente epistemológico. Es a través de la ciudad que todos los paradigmas del conocimiento humano de una época determinada quedan manifiestos material e históricamente, así como en la psique colectiva. Desde cierto ángulo, podría entenderse a la ciudad como expresión última de la producción cultural de una sociedad, en toda la gama de conceptos que tal supone. Como entidad viva, podríamos entender la fenomenología urbana como un conjunto de hechos, diagnósticos y pronósticos multidisciplinarios que pretenden sistematizar un conjunto de conocimiento  respecto a la estandarización de la vida, dentro de cierto esquema social: la construcción de una ciudad es equivalente a la construcción de un paradigma. Por lo tanto, no sería difícil entender que, al igual que el paradigma, la ciudad tiene un ciclo de vida. Éste ciclo no puede determinarse arbitrariamente, sino que depende del surgimiento de una nueva idea de ciudad o bien de una anomalía en la idea presente que pueda cimbrar sus piedras angulares. 

   Hoy en día, existen muchas ideas nuevas con respecto a la planeación urbana que pretenden superar el esquema industrial-modernista de las ciudades que habitamos actualmente. En base a una nueva concepción de los esquemas generales de la planeación, así como un surgimiento de conciencia ecológico-ambiental, han surgido muchas tendencias y escuelas de pensamiento que han desarrollado nuevos códigos preceptuales que pretenden cimentar la manera en que las generaciones futuras deberán organizar su vida citadina. Sin embargo, debido a la incompatibilidad de esferas de pensamiento (que ya he tratado antes en el ensayo "Pensando como Pensar"), prácticamente ninguno de éstos esfuerzos a podido llevarse plenamente a cabo. Se ha realizado una innumerable cantidad de añadiduras, parches y soluciones improvisadas que convierten a nuestras ciudades, día con día, en cadáveres con anillos de oro. Nuestras irresponsables políticas urbanas (o carencia de tales) junto con nuestra nula cultura de ciudad, nos han orillado a vivir en una entidad monstruosa que cada vez más arremente contra la mentalidad colectiva. 

   Muchas de las nuevas teorías, con las que yo concuerdo, postulan que los desarrollos urbanos futuros deben partir, casi en su totalidad, de ceros. Ésto, sin embargo, deja una pregunta al aire: Si hemos de poner un alto a la expansión irresponsable, descentralizar las entidades de poder y buscar una fragmentación de los núcleos poblacionales, ¿qué medida se tomará con respecto a la gran ruina, especulativamente abandonada?  Éste tema es sumamente complicado y extenso, por lo que voy a enfocarme exclusivamente, en ésta ocasión, a la parte estética de la ciudad. 
El trabajo que presentaré a continuación es parte de la propuesta que desarrollé hace unos meses para un concurso; con una temática mucho más puntual y específica. 
El problema a resolver era el siguiente: Regeneración urbana de una manzana ubicada en una zona caótica y descuidada de Coatzacoalcos, que incluía una bahía, un mercado, un edificio gubernamental abandonado y un pequeña plaza con una cancha de basketball; y proponer un museo de arte moderno (con una intención muy estilo Biblao). Ahora bien, los organizadores del concurso pretendían obtener una solución completamente epidérmica, querían ver máscaras bonitas...plantitas, arriates, pavimentos bonitos y una manita de gato postmodernísima a una zona que, per sé, no tenía ningún sentido "regenerar". A sabiendas de verme perdedor, mi propuesta fue, a grandes rasgos,  la siguiente:
  • La solución real a un problema urbano no radica en remodelar una callesita y tres edificios viejos. Estamos hablando de una ciudad planeada para una función que ya no existe y a la que dificilmente podrá dársele un nuevo aliento de vida. Coatzacoalcos ya no es una ciudad portuaria, es una ciudad petrolera. La única regeneración válida tendría que ser a gran escala y no enfocada a un micro-problema irrelevante.
  • Estamos hablando de una zona que ya está abandonada. Por lo tanto, la única vida real que puede dársele es la misma que tienen las pirámides de Gizé: ruinas. Éste micro-problema urbano, como ente viviente siguiendo un proceso metabólico, puede dar el siguiente paso en su evolución y convertirse en un statement en contra de la regeneración vanal y a favor de un pensamiento real a futuro: Aceptamos voluntariemente la caducidad del antiguo paradigma y nuestras raíces, necesitamos una nueva imagen, un nuevo símbolo. (Si recordamos, Coatzacoalcos significa " donde Quetzalcóatl abandonó la tierra"; invito al expectador a descubrir el juego).
  • Como en cualquier metabolismo, se realiza una selección de materiales útiles e inútiles, que en base a su discriminación se convierten en una nueva estructura celular, fundamento biótico, del símbolo: La ruina per sé. El museo como construcción autónoma se torna irrelevante, entra en la escena la ciudad-museo, es el entendimiento de la estética como ética; del triunfo del pensamiento científico-artístico sobre el político-económico. 
  • El resultado de un proceso de investigación urbanística y arquitectónica, es en un 98% de los casos un edificio, pero el otro 2% es eminentemente metafórico.
Sin más palabras, las imágenes.
¿Qué opinan, qué hubieran hecho ustedes?




1 comentario:

Unknown dijo...

Suena bastante interesante. Pero como dices, dudo mucho de que te pelen. Se ve que ud., querido doc, tiene un buen de talento para esto de la arquitectura. Algún día todos nos sentiremos orgullosos del gran arquitecto que serás!