domingo, 30 de noviembre de 2008

Arquintenciones: Red para Figurar (Parte VI)

MUSEO EXPERIMENTAL ECO
Gesamkunstwerk Mexicana

Cuando Mathias Goeritz estrenó en la Ciudad de México el ECO en septiembre de 1953, estaba haciendo un manifiesto. Sus teorías acerca de la Arquitectura Emocional por fin habían tomado forma. Con la presentación de una coreografía montada por Luis Buñuel, un edificio que se proclamaba como "obra de arte total" (gesamkunstwerk), un edificio que integraría los valores artísticos de la música, la danza, la pintura, la literatura y la escultura en un solo poema plástico, cobraba vida. 
Goertiz estaba desafiando la visión ingenieril-maquinista del funcionalismo internacional, que estuvo fuertemente arraigado en México - bajo nombres tan distinguidos como Villagrán, Álvarez y Del Moral - pues "solo recibiendo de la arquitectura emociones, el hombre puede considerarla como un arte" (Manifiesto de la Arquitectura Emocional, Mathias Goeritz).

Y el resultado es un edificio único.

Noto en el ECO distintas influencias. Por un lado, encontramos un paralelismo con el ideal del Cabaret Voltaire, el cruce definitivo de las fronteras entre las artes; un lugar concebido con fines museísticos pero, más allá de eso, como un punto de encuentro para las vanguardias (resultan ya legendarias las reuniones ahí celebradas entre Tzara y Hueslenbeck). El ECO, al igual que el Cabaret Voltaire, jamás pretendió ser conservador. En el ECO predomina una atmósfera teatral, pero paradójicamente, no lo es. Lo teatral está determinado por una atención externa a la reacción de una audiencia, por lo tanto en un sentido plástico carece de convicción y de integridad. Sin embargo, éste es un edificio perfectamente convencido de lo que plantea, y partiendo de ese dramatismo que le es característico (muy ligado a la estética del cine expresionista alemán, fig. 1), me hace preguntarme: ¿me encuentro ante una arquitectura escultórica o una escultura arquitectónica?
Desde el punto de vista del modernismo, el edificio podría ser muy cuestionable. Es decir, en términos de funcionalismo, el patio, por ejemplo, es excesivo. Un espacio "muerto", no vendible. Sin embargo, cuando términos como poesía, misterio, luz y emoción entran en juego, el edificio adquiere un sentido porcas veces igualado. 



Fig. 1. Das Cabinet des Dr. Caligari, Robert Weine, 1920.

Desde que se recorre el pasillo en perspectiva de la entrada, sabemos que algo tiene que ocurrir. Y ese algo es el patio, perfectamente situado, perfectamente construido. Los juegos de luz y sombra presentes en todo el museo (destacadamente en la escalera) me cuentan la historia de este hombre en su búsqueda por la fe en el arte, en un siglo en el que la fe se había agotado. El ECO es de un arte expresivo, es una estrecha relación creador-receptor.
Me parece que en el ECO la emoción es concebida como una categoría estética, y el arte como su transmisor fundamental. Es una especie de "deber ser", es decir, transformar la estética en una ética, el creador de un edificio como éste se plantea la obligación de brindar al transeúnte un espacio de reflexión, un ambiente espiritual, cosa que está ligada más al concepto trascendental del arte que a los fríos preceptos del funcionalismo positivista. En éste sentido considero al ECO una victoria, una demostración de la actitud creadora frente a un proceso formal

Muchas veces es difícil utilizar términos como misterio y poesía para criticar a un edificio. La mayoría de las veces tenemos que recurrir a un proceso de fenomenología para determinar el valor de la obra, pero en el caso del ECO, su intención principal se antepone, construído en pathos, a cualquier modelo de Broadbent:

Poesía, luz, misterio, acción-reacción, la sombra de alguien que danza en la obscuridad...

Creo sin duda que esta es la obra más brillante de Goeritz. En las Torres de Satélite, veíamos al arquitecto haciendo artes plásticas. En el museo experimental ECO, vemos al artista plástico haciendo arquitectura. 
El ECO es un edificio que nos definirá por siempre.

Nota: Les comparto, de pasada, que el Dr. Acula ya es arquitecto con todas las de la ley: ¡titulado y con cédula!

Los que no conozcan este museo, deberían darse una vuelta. La dirección es Sullivan 43 (frente el monumento a la madre)


miércoles, 12 de noviembre de 2008

Arquintenciones: Red para Figurar (Parte V)

INTERVENCIÓN EVOLUTIVA
Metabolismo Metafórico en el Urbanismo experimental

   La Ciudad es un fenómeno eminentemente epistemológico. Es a través de la ciudad que todos los paradigmas del conocimiento humano de una época determinada quedan manifiestos material e históricamente, así como en la psique colectiva. Desde cierto ángulo, podría entenderse a la ciudad como expresión última de la producción cultural de una sociedad, en toda la gama de conceptos que tal supone. Como entidad viva, podríamos entender la fenomenología urbana como un conjunto de hechos, diagnósticos y pronósticos multidisciplinarios que pretenden sistematizar un conjunto de conocimiento  respecto a la estandarización de la vida, dentro de cierto esquema social: la construcción de una ciudad es equivalente a la construcción de un paradigma. Por lo tanto, no sería difícil entender que, al igual que el paradigma, la ciudad tiene un ciclo de vida. Éste ciclo no puede determinarse arbitrariamente, sino que depende del surgimiento de una nueva idea de ciudad o bien de una anomalía en la idea presente que pueda cimbrar sus piedras angulares. 

   Hoy en día, existen muchas ideas nuevas con respecto a la planeación urbana que pretenden superar el esquema industrial-modernista de las ciudades que habitamos actualmente. En base a una nueva concepción de los esquemas generales de la planeación, así como un surgimiento de conciencia ecológico-ambiental, han surgido muchas tendencias y escuelas de pensamiento que han desarrollado nuevos códigos preceptuales que pretenden cimentar la manera en que las generaciones futuras deberán organizar su vida citadina. Sin embargo, debido a la incompatibilidad de esferas de pensamiento (que ya he tratado antes en el ensayo "Pensando como Pensar"), prácticamente ninguno de éstos esfuerzos a podido llevarse plenamente a cabo. Se ha realizado una innumerable cantidad de añadiduras, parches y soluciones improvisadas que convierten a nuestras ciudades, día con día, en cadáveres con anillos de oro. Nuestras irresponsables políticas urbanas (o carencia de tales) junto con nuestra nula cultura de ciudad, nos han orillado a vivir en una entidad monstruosa que cada vez más arremente contra la mentalidad colectiva. 

   Muchas de las nuevas teorías, con las que yo concuerdo, postulan que los desarrollos urbanos futuros deben partir, casi en su totalidad, de ceros. Ésto, sin embargo, deja una pregunta al aire: Si hemos de poner un alto a la expansión irresponsable, descentralizar las entidades de poder y buscar una fragmentación de los núcleos poblacionales, ¿qué medida se tomará con respecto a la gran ruina, especulativamente abandonada?  Éste tema es sumamente complicado y extenso, por lo que voy a enfocarme exclusivamente, en ésta ocasión, a la parte estética de la ciudad. 
El trabajo que presentaré a continuación es parte de la propuesta que desarrollé hace unos meses para un concurso; con una temática mucho más puntual y específica. 
El problema a resolver era el siguiente: Regeneración urbana de una manzana ubicada en una zona caótica y descuidada de Coatzacoalcos, que incluía una bahía, un mercado, un edificio gubernamental abandonado y un pequeña plaza con una cancha de basketball; y proponer un museo de arte moderno (con una intención muy estilo Biblao). Ahora bien, los organizadores del concurso pretendían obtener una solución completamente epidérmica, querían ver máscaras bonitas...plantitas, arriates, pavimentos bonitos y una manita de gato postmodernísima a una zona que, per sé, no tenía ningún sentido "regenerar". A sabiendas de verme perdedor, mi propuesta fue, a grandes rasgos,  la siguiente:
  • La solución real a un problema urbano no radica en remodelar una callesita y tres edificios viejos. Estamos hablando de una ciudad planeada para una función que ya no existe y a la que dificilmente podrá dársele un nuevo aliento de vida. Coatzacoalcos ya no es una ciudad portuaria, es una ciudad petrolera. La única regeneración válida tendría que ser a gran escala y no enfocada a un micro-problema irrelevante.
  • Estamos hablando de una zona que ya está abandonada. Por lo tanto, la única vida real que puede dársele es la misma que tienen las pirámides de Gizé: ruinas. Éste micro-problema urbano, como ente viviente siguiendo un proceso metabólico, puede dar el siguiente paso en su evolución y convertirse en un statement en contra de la regeneración vanal y a favor de un pensamiento real a futuro: Aceptamos voluntariemente la caducidad del antiguo paradigma y nuestras raíces, necesitamos una nueva imagen, un nuevo símbolo. (Si recordamos, Coatzacoalcos significa " donde Quetzalcóatl abandonó la tierra"; invito al expectador a descubrir el juego).
  • Como en cualquier metabolismo, se realiza una selección de materiales útiles e inútiles, que en base a su discriminación se convierten en una nueva estructura celular, fundamento biótico, del símbolo: La ruina per sé. El museo como construcción autónoma se torna irrelevante, entra en la escena la ciudad-museo, es el entendimiento de la estética como ética; del triunfo del pensamiento científico-artístico sobre el político-económico. 
  • El resultado de un proceso de investigación urbanística y arquitectónica, es en un 98% de los casos un edificio, pero el otro 2% es eminentemente metafórico.
Sin más palabras, las imágenes.
¿Qué opinan, qué hubieran hecho ustedes?




martes, 4 de noviembre de 2008

V

Voilá! In view, a humble vaudevillian veteran, cast vicariously as both victim and villain by the vicissitudes of Fate. This visage, no more veneer of vanity, is a vestige of the vox populi, now vacant, vanished. However, this valorous visitation of a bygone vexation, stands vivified and and has vowed to vanquish these venal and virulent vermin van-guarding vice and vouchsafing the violently vicious and voracious violation of volition...
The only verdict is vengeance; a vendetta, held as a votive, not in vain, for the value and veracity of such shall one day vindicate the vigilant and the virtuous. Verily, this vichyssoise of verbiage veers most verbose, so let me simply add that it's my very good honor to meet you and you may call me V. 

lunes, 3 de noviembre de 2008

For a time that never came...

Home is behind
the world ahead...
and there are many paths to tread.
Through shadows,
to the edge of night,
until the stars are all alight...

Mist and shadow,
cloud and shade...
all shall fade,
all shall fade...

---

The Road goes ever on and on
down from the door where it began;
now far ahead the Road has gone,
and I must follow, if I can,
pursuing it with eager feet
until it joins some larger way,
where many paths and errands meet.
And wither then? I cannot say.